SANTIAGO CORRAL Y DE COMO ENCONTRÓ EL ESPACIO X / Por David Cano

El vacío es el espacio de lo posible para el artista, pero después de aprender a superar esa afrenta contra la nada, llega un momento en que la creación se convierte en homenaje a la técnica. Por eso mismo, Corral, nos invita a presenciar cómo ejecuta un triple salto mortal: reconstruir lo cotidiano, porque encuentra necesario aventurarse en la búsqueda de lo desconocido, atravesar ese terreno habitado por lo concreto, y así trazar un nuevo camino, donde llegar es lo de menos, lo relevante es disfrutar del trayecto.

Después de transcurrir con calidad por el arte figurativo, llevándolo a su máxima expresión, al borde casi del hiperrealismo, recordó el origen. Esas pinceladas que le dan carácter a la obra, dejar una rastro más tangible de su ser, desafiando las barreras de la técnica. Asumió que escudriñar para terminar reproduciendo una fórmula, es el punto de partida para crear nuevas rutas. Porque en el arte no hay un solo camino correcto, es decir, regresar a la esencia no significa retroceso, así como, saltar de lo abstracto a lo realista, no es precisamente evolucionar.

Luego de localizar el “Espacio X”, se dejó llevar por la incógnita, encontrando su lado nostálgico en los lugares y objetos. Su narrativa surge de la ausencia del ser, ese personaje que dejó vestigios de su acontecer: dos platos con restos de comida en una mesa, un local en remodelación, una silla de
madera en una habitación, estos sitios nos cuentan un relato de lo íntimo, dejando al espectador la oportunidad de construir la historia, porque no es necesario ver a la gente para sentir su presencia. En palabras del artista: El espacio X, parte de esa ambigüedad y la connotación de dicha letra, funcionando como una invitación para ver qué encontramos, sentir que la gente está ahí, aunque no aparezca en el cuadro.

Esta exposición cuenta con 16 piezas, en su mayoría paisajes, locaciones y lugares, donde el ambiente nos sugiere la presencia del ser humano. Y por supuesto, también encontraremos en algunos cuadros a la comida como tema, el cual ha desarrollado por algunos años y le ha brindado reconocimiento en el ámbito de la pintura.

El nuevo proyecto de Santiago Corral nos sirve de pretexto para presenciar la transición y renovación de un creador, veremos plasmada otra faceta de su trabajo, sin que esto implique abandonar los elementos característicos de su obra y su esencia, que en su caso es lo figurativo, pero en esta ocasión dejándose llevar por la abstracción. Con esta serie de pinturas el artista nos dejará ver más el proceso, porque en el “Espacio X “, el producto no es la meta, sino la libertad creativa.

Si Corral antes nos hizo admirarlo por su dominio de la técnica, con “Espacio X”, mediante atmósferas intimistas, nos sorprenderá por su habilidad para recordarnos y hacernos sentir cómo los espacios que habitamos los llenamos de vida.